Hubo una época en la que la socialdemocracia en Costa Rica consistía en la estatización de los medios de producción, lo cual era consistente con la definición teórica de dicho concepto. Sin embargo, el Partido Liberación Nacional adoptó un modelo socialdemócrata más cercano a la tercera vía.
Pero si bien esta versión es más light y por lo tanto menos regresiva… trae malas prácticas que arraiga aún en la actualidad. La administración de Oscar Arias (2006-2010) fue sin duda caracterizada por concesiones (mal negociadas) y por un Tratado de Libre Comercio aprobado durante su gestión en un referéndum nacional (importante victoria que los liberales celebramos en Costa Rica), pero también fue caracterizada por el denominado Plan Escudo para combatir la crisis financiera mundial.
Pero, ¿por qué nos ha de importar el Plan Escudo? El Plan Escudo le adicionó a la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS ) un total de once mil nuevas plazas, predominantemente administrativas, las cuales inflaron innecesariamente la planilla de una institución que ahora tambalea con sus finanzas y encuentra una salida al problema. Dicho monto fue confirmado en un informe aprobado en la Asamblea Legislativa. Esto no solo se podría calificar como keynesianismo (dado que aumenta el gasto estatal para “incentivar la economía”), sino que además de keynesiano… es keynesianismo del peor. ¿Por qué? Porque se incurre en gasto estatal permanente cuando el problema es en teoría momentáneo. Hubiese sido menos perjudicial tirar ese dinero desde un helicóptero, como proponía con ironía Friedman, que amarrar con ese gasto permanente a la CCSS.
Del 2006 al 2011, la CCSS aumentó su planilla en un 30% y nos señala Juan Carlos Hidalgo que en el 2010 los ingresos de la institución crecieron en un 13% comparado a un 20% de incremento en el gasto de la misma. Por tal razón no es de extrañar que hoy en día la CCSS se encuentre en una situación complicada en materia financiera.
Las políticas económicas lideradas por la administración Arias, quien se dedicó a incrementar el gasto estatal en su administración, sin duda no son causadas por las ideas liberales sino por mandatarios que se autoproclaman socialdemócratas. El seguro social que Costa Rica tanto se ha preciado de tener se encuentra ahora en crisis: hace poco, se supo de una cita médica otorgada el año pasado a un cotizante que tenía fecha del año 2022… no es de extrañar ver listas de esperas de años en la salud pública costarricense.
Lo cierto es que en Costa Rica se necesita hablar de sanear las finanzas de dicha institución recortando los gastos superfluos de la misma, hay que debatir la compra de servicios por parte de la CCSS en pro del asegurado, se ha de maximizar el uso de los quirófanos en los hospitales públicos y se ha de tener una economía creciente que causaría que hayan mayores cotizaciones. El futuro idóneo de la CCSS depende de un oficialismo liberal y nunca de un oficialismo que sea socialdemócrata o aún peor socialista.