Recientemente, The Huffington Post publicó un artículo que señaló que McDonalds paga sólo el 17 % de sus ingresos a los empleados por concepto de salarios y beneficios. El artículo, sugirió que doblar el pago a los trabajadores, aumentaría el costo de una Big Mac en sólo 68 centavos, rápidamente a través de la blogósfera circularon las críticas enmarcadas en la proporción de los ingresos salariales como un claro ejemplo de avaricia corporativa.
Resulta que, la historia, escrita por un estudiante de la Universidad de Kansas, fue engañosa ya que excluyó a las franquicia de McDonald’s, mismas que emplean a la mayoría de los empleados de la misma. En promedio, las franquicias de comida rápida pagan alrededor del 30 % al 35 % de los ingresos en los costos laborales.
Dado el escándalo motivado por la historia inicial, sin embargo, vale la pena considerar la proporción ingresos-salarios en el campo socialista.
Andrés Oppenheimer, informa que el régimen marxista-leninista de Cuba recibe el equivalente a $4.080 USD mensualmente de las arcas públicas de Brasilia, por cada médico cubano que presta servicios en el polémico programa de Brasil Mais Medicos (Más Médicos).
El gobierno cubano no revela cuánto de los ingresos procedentes de su programa médico lucrativo internacional va a los mismos médicos. Sin embargo, en base al testimonio de médicos cubanos que han desertado mientras trabajaban internacionalmente, se estima que la paga en promedio es entre $250 USD y $300 USD mensuales, o cerca del 7 % del total que Cuba recibe de Brasil bajo el programa Mais Medicos, lo cual dista mucho de la participación de 30 % de las ganancias que Fidel Castro propuso en sus “leyes revolucionarias” de 1953.
Mientras los médicos cubanos al prestar sus servicios internacionalmente reciben sólo una fracción de los ingresos generados por su trabajo, la remuneración es mayor a la que recibirían en Cuba, donde los médicos a menudo ganan menos que los taxistas, quienes tienen acceso a moneda extranjera en la industria del turismo.
La rápida expansión del programa de internacionalismo médico, que ahora supera al turismo como fuente más alta de ingresos en Cuba, ha dado lugar a preocupaciones acerca del tiempo de espera y la disminución de calidad en la atención en Cuba, lo que refleja el estancamiento que se produce en las economías planificadas, donde los mercados no se adaptan a los cambios en la oferta y la demanda.
Las encuestas muestran que la mayoría de los brasileños apoya al programa Mais Medicos. Pero, el contrato sin licitación para el programa, que fue gestionado por la Organización Panamericana de Salud, está bajo escrutinio por la posible violación de las leyes laborales nacionales e internacionales. Según la Federación Nacional de Médicos Brasileños, los médicos cubanos realizan un trabajo de esclavos. La Federación, que ejerce presión con gran fuerza, ha organizado protestas contra el programa, incluyendo escandalosas campañas en contra de los médicos cubanos.
Otros críticos del programa han ocasionado gran revuelo al afirmar que Brasil está conspirando con una dictadura. En su reciente discurso ante el Congreso Brasileño, Carlos Rafael Jorge Jiménez, un médico cubano que vive ahora en Brasil, y debía testificar en apoyo a Mais Medicos, criticó duramente al programa, exigiendo saber por qué los médicos cubanos no son pagados directamente y, por qué no pueden entrar y salir de Brasil cuando quieran, o solicitar asilo político.
Al final del día, el programa de internacionalismo médico de Cuba debería ser visto como una prueba de fuego del profundo “progresismo” concerniente a la relación ingresos-salarios así como a las cuestiones laborales más ampliamente.
Si los activistas están en lo correcto al apuntar a la industria de la maquila en México (como en otras partes), para pagar el doble del salario mínimo, por ejemplo, uno se pregunta por qué estos mismos activistas no han expresado su preocupación sobre el programa Mais Medicos, bajo el cual los médicos cubanos reciben menos del salario mínimo obligatorio de Brasil.
Del mismo modo, si un ficticio 17 % de ingresos salariales se consideró escandaloso para McDonald’s, dónde está la protesta clamorosa sobre el salario de los médicos cubanos correspondiente al 7 % del total que Cuba recibe de Brasil bajo el programa Mais Medicos?
Traducido por Melania Osorio De La Torre.