El Presidente Interino de Venezuela, Nicolás Maduro, ha recogido mañas de su antecesor y en el camino ha desarrollado toda una gimnasia verbal dedicada a convencernos que alguien lo quiere matar. Entre otras acusaciones sin pruebas: afirma que el verdadero ganador de las elecciones el 14 de abril estaría incurso en promover la violencia, en matar ciudadanos inocentes y que con otros altos representares de la oposición Venezolana coordina con Washington un golpe de Estado.
En un momento tan difícil como el actual, donde los venezolanos buscamos liderazgo, orientación y signos de seguridad y desarrollo hacia el futuro, el “prime time” se utiliza para estas banalidades, que son ilusiones perversas de quienes reciben instrucciones desde La Habana que nada aportan hacia la resolución de los problemas de los Venezolanos.
Como enfrentaremos la inflación mas alta de Latinoamerica y tal vez del mundo? Podremos reversar la corriente creciente de inseguridad personal reinante? Tendremos divisas disponibles para asegurar una normalidad de producción y suministro de bienes y servicios? Podremos rehacer nuestro sistema educativo a fin de que nos permita apuntar hacia la competitividad y el desarrollo sostenido? Como haremos para asegurarle trabajo a los 500,000 venezolanos que se incorporan al mercado de trabajo todos los años?
Estos son los temas que los venezolanos requerimos que se enfrenten y no el producto creativo del aparato comunicacional del Estado que nos bombardea con sus mentiras frescas.